Y TU VIDA DE GOLPE DE JOSÉ INIESTA
José Iniesta (1962) es un poeta de mi generación. De escasa producción, dado que Y tu vida de golpe (2013) es su quinto
poemario. Han pasado casi treinta años desde que en 1985 viera la luz el
primero, Del tiempo y sus castigos.
Evidentemente, su escritura actual es más depurada y más potente. Pero “eso lo
dicen todas”: todos hemos pulido nuestra palabra a medida que hemos cumplido
años. Incluso hemos cambiado la pluma estilográfica por las teclas del
ordenador en estos treinta años.
Y tu vida de golpe mantiene una constante en la producción de
Iniesta: la preocupación por el tiempo. Por estos poemas pasan sus recuerdos,
su presente y su inquietud. Sin embargo, adopta una postura guilleniana, puesto
que la vida no es un martirio sino un gozo a disfrutar, a agradecer. Esa piedra
prisionera que convive con el sol, esa “amada perfección fría del mundo” que
recuerda ese optimismo del poeta del 27. El amor y los años y vivencias están
presentes continuamente desde el primer poema “La cosecha”, y, como manifiesta
en “Amor en el balcón”, “de nuevo es el amor quien me sostiene”, porque es una
fuerza motriz mientras transcurren los días. Quedan lugares vacíos, tiempos
irrecobrables, despedidas, pero siempre queda una vida donde puedes lanzar tus
redes a las profundidades (“Las redes y la bahía”).
También hay preguntas por la
existencia, por esa ventana por donde miraba cuando niño, y esas puertas del
cielo que proporciona la amada. Cierra el poemario una gran composición, muy
medida y bien articulada: “Razones de ser”. Resume el sentido del libro para
rematarlo recordando que se es una “apretada semilla germinando en las áridas
tierras de la realidad”. Nos siembran y alcanzamos la plenitud: disfrutemos de
ello.
Formalmente, la quiebra del
último verso de cada composición le da mayor unidad a la obra. En el fondo,
Iniesta pretende captar el mundo que ha sentido y vivido, darle nuevos
significados sin perder la referencialidad, con una expresión depurada y nada
maniatada por el artificio, y un léxico ajustado a una sentimentalidad que no
cae en romanticismos vacuos ni egocentrismos.
Compartimos problemáticas con
José Iniesta y visiones de la vida. Aunque vivamos desde el sillón, gozamos de
nuestra existencia sin perdernos ni cayendo en patetismos injustificados. Y
este goce no es efímero, como demuestra el autor amplificando sus temas
predilectos a medida que avanza la lectura. La vida es bella, a pesar de las
dificultades.
Y tu vida de golpe permite recuperar la fe en la poesía como explicación
del vitalismo. José Iniesta ha apostado por el riesgo y ha salido muy bien
parado.
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