El trueno cae y se queda entre las hojas

martes, 25 de febrero de 2014


Y TU VIDA DE GOLPE DE JOSÉ INIESTA


José Iniesta (1962)  es un poeta de mi generación.  De escasa producción, dado que Y tu vida de golpe (2013) es su quinto poemario. Han pasado casi treinta años desde que en 1985 viera la luz el primero, Del tiempo y sus castigos. Evidentemente, su escritura actual es más depurada y más potente. Pero “eso lo dicen todas”: todos hemos pulido nuestra palabra a medida que hemos cumplido años. Incluso hemos cambiado la pluma estilográfica por las teclas del ordenador en estos treinta años.
Y tu vida de golpe mantiene una constante en la producción de Iniesta: la preocupación por el tiempo. Por estos poemas pasan sus recuerdos, su presente y su inquietud. Sin embargo, adopta una postura guilleniana, puesto que la vida no es un martirio sino un gozo a disfrutar, a agradecer. Esa piedra prisionera que convive con el sol, esa “amada perfección fría del mundo” que recuerda ese optimismo del poeta del 27. El amor y los años y vivencias están presentes continuamente desde el primer poema “La cosecha”, y, como manifiesta en “Amor en el balcón”, “de nuevo es el amor quien me sostiene”, porque es una fuerza motriz mientras transcurren los días. Quedan lugares vacíos, tiempos irrecobrables, despedidas, pero siempre queda una vida donde puedes lanzar tus redes a las profundidades (“Las redes y la bahía”).
También hay preguntas por la existencia, por esa ventana por donde miraba cuando niño, y esas puertas del cielo que proporciona la amada. Cierra el poemario una gran composición, muy medida y bien articulada: “Razones de ser”. Resume el sentido del libro para rematarlo recordando que se es una “apretada semilla germinando en las áridas tierras de la realidad”. Nos siembran y alcanzamos la plenitud: disfrutemos de ello.
Formalmente, la quiebra del último verso de cada composición le da mayor unidad a la obra. En el fondo, Iniesta pretende captar el mundo que ha sentido y vivido, darle nuevos significados sin perder la referencialidad, con una expresión depurada y nada maniatada por el artificio, y un léxico ajustado a una sentimentalidad que no cae en romanticismos vacuos ni egocentrismos.
Compartimos problemáticas con José Iniesta y visiones de la vida. Aunque vivamos desde el sillón, gozamos de nuestra existencia sin perdernos ni cayendo en patetismos injustificados. Y este goce no es efímero, como demuestra el autor amplificando sus temas predilectos a medida que avanza la lectura. La vida es bella, a pesar de las dificultades.

Y tu vida de golpe permite recuperar la fe en la poesía como explicación del vitalismo. José Iniesta ha apostado por el riesgo y ha salido muy bien parado.

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